keywords,
key words, keywords, key words, keywords, key words, keywords, key words,
keywords, key words |
En
términos visuales, mi producción de obra se articula
a partir del cruce entre dos sistemas de representación. Por
una parte, el foto-videográfico, entendido como una simple
superficie que evoluciona en el tiempo refiriendo al cuerpo (y en
particular al propio cuerpo); y por otra, al dibujo analítico,
el que a partir de relaciones matemáticas origina la noción
de espacio en un medio de superficies. De esta manera se hacen coexistir
a la manera de un palimpsesto, esquemas lineales que refieran a la
condición de espacio sobre (o a través) de segmentos
de imágenes icónicas referidas al cuerpo en su condición
de superficie, envoltura o piel.
A partir de este sistema de producción, desarrollé en
los últimos años una serie de instalaciones físicas
llamadas "retraso", variaciones de un dispositivo común:
audio estéreo e imágenes proyectadas sobre paneles de
vidrio opaco. De esta manera, el vidrio se transforma en un volúmen
en su grado cero, en una pantalla objetualizada, en superficie que
corta un espacio donde las nociones de cercanía y distancia
son descentradas por la utilización del sonido y la inestabilidad
temporal de la imagen.
Como contrapunto y correlato a esta línea de investigación,
he producido obras diseñadas para web problematizando en cómo
los paradigmas que hacen posibles una instalación física
se modifican hacia concepciones espaciales más analíticas
cuando la instancia de experienciación e interacción
es la ventana de un browser. He intentado problematizar en la condición
soft que define estos trabajos (digitalmente puros), considerando
modificaciones esenciales en las operatorias de producción
y de experienciación de la obra, donde la fisicidad desaparece
como significante, deviniendo en una emulación que connota
tras de sí al código.
La coexistencia en mi trabajo de estas dos áreas de problematización
aparentemente distantes en su resolución formal, permiten focalizar
el análisis sobre el tejido intersticial desde el cual se bifurcan:
la praxis crítica sobre los llamados nuevos medios.
Los medios digitales al interior de la producción artística
no sólo producen una inflexión dentro de los paradigmas
de la representación y la materialidad de los soportes. En
términos de distribución se instauran definitivamente
la hipertextualidad y la telepresencia como categorías tecnológicamente
posibles. La reproductibilidad ya no constituye una problemática
respecto a la obra, pues la obra se constituye a partir de ella; es
ahora la mutabilidad producida por la
inestabilidad de los objetos de información el vértice
que des-articula nuestra producción de subjetividad. Mutabilidad
de los estándares de producción, inestabilidad formal
de los circuitos: las fatídicas consecuencias de la velocidad
y los motores cinemáticos de Virilio...
Esta condición de lo digital, y el sustrato tecnológico
desde el que se rizomatiza nos permite enterderlo como una superestructura
que contiene a todos los otros media en la medida que éstos
puedan ser sustraídos de lo real, reducidos y digitalizados.
Esta reducción es la matriz de la naturaleza polimorfa de las
nuevas tecnologías; en el mundo informático todas las
resoluciones formales son posibles, en tanto se disponga de las instrucciones
adecuadas, del software que haya sido previamente concebido para calcular
las operaciones necesarias para el efecto deseado. Y es precisamente
este soft, lo que hace invisible no sólo los procesos, sino
nuestra necesaria disolución discreta a la que nuestra condición
de usuarios nos arroja, entramados en el cruce de superficies de un
medio que por la reducción progresiva de lo analógico,
se manifiesta como la masa crítica donde están contenidas
todas las analogías. Sin embargo no es en esta hiper capacidad
medial ni de simulación donde reside directamente el poder
de los nuevos medios; estas son más bien la consecuencia de
un modelo de interpenetración en y sobre lo real que nos pone
en una situación extática y marginal respecto de sus
propios procesos. La reubicación a modo de terminales en la
que somos dispuestos manifiesta una violencia silente de la cual la
modificación en los procesos de producción de imágenes
constituye solo una de sus aristas, siendo la experienciación
de nuestros cuerpos en tanto entidades informadas la que termina siendo
la más determinante. Nuestros cuerpos se han vuelto cada vez
más sutiles, y en ese trance, más apropiados (y apropiables
por) a los medios: el soft que se origina a partir de nuestros cuerpos
es finalmente el flujo que alimenta la vocación esfinterial
de lo informático; el hard que queda de esta operación
se ha vuelto nuestro residuo, y nuestros flujos habrán de ser
puestos como desechos, en la periferia.
Esta referencia a los flujos corresponde a un intento metodológico
de cifrar el paradigma de la práctica pictórica y por
extensión, el grabado y en general el arte tradicional bidimensional
(incluyendo el video) que en tanto analógicos se apartan, estableciéndose
como antítesis operacionales, de la practica digital. ¿Porqué
entonces realizar concesiones y establecerse en la producción
de impresos digitales? Me parece que esta operación obedecería
en primera instancia a una injustificada e innecesaria vocación
de integración a un circuito preestablecido, vocación
que atentaría contra lo digital en sí, acusando recibo
de una regresión operacional, reductiva y paradójica.
Sin embargo, es posible activar un interés metodológico
sobre este desplazamiento inverso de los nuevos medios hacia lo analógico
impreso, ya que no podemos entender lo soft como un absoluto. ¿Cómo
establecer relaciones como la no linealidad, lo procesual y lo inestable
sobre un soporte que es absolutamente lo contrario? Las relaciones
de la objectualidad impresa como instancias no discretas se establecen
en términos de imagen como un fuera de lugar, como un descalce,
con la posibilidad de superación para nuestros 72 dpi en un
movimiento hacia atrás, la posibilidad de un zoom out no programado
en nuestros softwares hacia la cotidiana periferia.
atte. Christian Oyarzún
santiago, marzo 4, 2001
/*este
texto constituía la presentación de PgUp, y fue publicado
en el catálogo KentExplora: Arte Digital Impreso, 2001.*/
|
|