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Representaciones y Reformulaciones de lo Global desde un punto de vista Sur
 
2011/06

keywords: Globalization, social control, geopolitics, counter-hegemony, decolonial thinking

@FILE SYMPOSIUM 2011
Sao Paulo / Brazil

ABSTRACT

Hoy en día, la globalización parece ser un hecho innegable. Vivimos en un mundo interconectado, en la ilusión de una ciudadanía global, íntimamente integrada con los avances y el progreso de la tecnología.

Vivimos en un mundo donde, aparentemente, no existen modelos alternativos contra la hegemonía establecida por el Sistema Capitalista Mundial, estructurado alrededor de la división internacional del trabajo y un sistema global interestatal, donde nuestro rol como ciudadanos ha sido reducido y restringido a una condición de consumidores, y donde el poder político no es más que una fachada de los intereses económicos.

Sin embargo, estos procesos basados en conceptos como modernidad y progreso, tienen un sesgo ideológico, el cual es ocultado continuamente por la oferta tecnológica. En beneficio de una hegemonización política, cultural y económica, la sociedad global emerge a expensas del crecimiento de la desigualdad, la creación de la pobreza, y masas de personas marginalizadas de accesos básicos como la alimentación, la salud, la educación o el acceso a una vivienda.

Esta situación resulta particularmente crítica desde un punto de vista Latinoamericano. Nuestras sociedades fueron convertidas en verdaderos laboratorios de desarrollo económico y social, forzados a competir y endeudarse y, de acuerdo con su éxito, convertidas en vitrinas desarrollistas. Pero detrás de los números, nuestras sociedades están siempre detrás en investigación científica, producción de tecnología, derechos de protección civil, etc.

Quizás nunca más que hoy, resulta esencial revisar las relaciones norte/sur desde una geopolítica del conocimiento, yendo a buscar los origines de la globalización en procesos que ocurrieron hace más de 500 años con la colonización y devastación del continente.

En un mundo donde la información fluye aséptica y donde el territorio se ha convertido en un dominio informático a través de los Sistemas de Información Geográficos, es posible sustentar prácticas artísticas con el fin de crear y proponer herramientas de consciencia y cambio a escala global? Es posible, desde un punto de vista Sur, la creación de una nueva concepción de internacionalismo, para poner el mundo cabeza abajo, en el ideal de refundarlo?

TEXTO

El siguiente ensayo surge a partir de dos proyectos en los que trabajé hace poco más de dos años. Estos proyectos, desarrollados en el contexto del arte y la tecnología, tenían como su principal operación autoral la construcción de programas de visualización y sonorización de información. En el primero de ellos, de nombre anamorph (2008), se articulaba principalmente la noción de cómo la perspectiva lineal, entendida como discurso visual dominante, había determinado una lógica de producción visual eficiente que inscribía y determinaba estructuralmente todos los sistemas de representación visual posteriores, desde la fotografía al cine, pasando por la televisión y el vídeo, hasta llegar a la imagen digital.

anamorph, tomaba su nombre a partir de ciertas reflexiones específicas relacionadas con el “punto de observación” entendido como un sistema de codificación en sí mismo. La anamorfosis podía emerger así, como un juego no inocente, como una suerte de criptografía de la imagen, o, mejor dicho, una criptografía de la ilusión, permitiendo deconstruir desde ella todo el sistema de representación que la sustenta.

La referencia ineludible de utilización de anamofosis dentro del contexto de las Bellas Artes, es la pintura “Jean de Dinteville y Georges de Selve” (conocida como “Los Embajadores”), de Hans Holbein El Joven, del año 1533. A una representación pictórica refinada y “eficientemente” resuelta, Holbein antepone en primer plano una forma en principio irreconocible, y que deliberadamente está fuera del espacio perspectivo y de representación del cuadro. Esta forma fue usualmente conocida como “el hueso de sepia” y representa un cráneo deformado por una anamorfosis y cuya deformación se corrige mirando la superficie del cuadro desde un punto de vista específico, excéntrico, rasante a la superficie, desde el vértice inferior izquierdo.

Como es normal en la pintura renacentista de la época, el cuadro parece estar lleno de símbolos, referencias y codificaciones ocultas, y en una segunda instancia me detengo sobre lo representado explícitamente en él. “Los embajadores” observan al espectador de la obra apoyados en una estantería sobre la que se encuentran varios objetos relacionados con el quadrivium (aritmética, astronomía, geometría y música). En la parte superior encontramos una esfera celeste, objetos de medición del tiempo y un libro. En la parte inferior, hay dos libros, un laúd, cuatro flautas en su estuche y un globo terráqueo. En éste aparece podemos apreciar la línea definida por el tratado de Tordesillas de 1494, que dividía el mundo entre españoles y portugueses, la ruta de circunnavegación de Hernando de Magallanes y el perfil de la costa brasileña. Estas referencias al territorio y a las relaciones de poder, dominio y conocimiento que se establecen sobre éste, llamaron enormemente mi atención y en gran medida estimularon el posterior desarrollo de lo geopolítico en el contexto mi investigación.

El segundo antecedente lleva por nombre antarctic (2009), un proyecto bien definido en términos conceptuales y técnicos, pero que terminó literalmente congelado y sin materializarse. antarctic se proponía como un ejercicio irónico de mapeo y cartografía con referencia al polo sur en tanto descentralización y cambio de dirección de los ejes de poder desde los centros hacia las periferias locales. Estaba concebido como una obra cuyo soporte principal fuesen datos y hielo, haciendo referencia a la naturaleza dinámica de los datos y a la condición de inestabilidad y/o inmaterialidad de los soportes digitales. De esta manera, se proponía como un dispositivo paradójico en el que coexistiesen tanto una permanente tendencia a la desmaterialización, como estrategias de conservación y autorregulación.

antarctic operaría resemantizando datos, buscando establecer relaciones desplazadas entre el medio físico y el medio virtual como manera de evidenciar las fricciones entre ambos. Para ello, se proponía la construcción de un sistema de refrigeración encargado de autorregular la formación de masas de hielo, a partir de variables de carácter geopolítico tomadas en una aplicación web. Todos los datos, tanto los tomados de los usuarios en la web como los datos de monitoreo del dispositivo físico serían almacenados en una base de datos permitiendo una relación de feedback permanente entre ambos medios.

Pero esta interrelación permanente entre medio físico y medio virtual no se dá en la Internet como una simple transcripción o retranscripción de información en uno otro sentido, ni menos como una operación que podamos delimitar totalmente en el dominio de lo técnico. Detrás del gesto mínimo de geolocalizar un número IP, queda en evidencia cómo todo el aparataje técnico de comunicación global descansa sobre la superestructura político-administrativa sobre la cual se sostiene el actual sistema de economía-mundo. El código ISO-3166, publicado por primera vez en 1974, es un estándar que codifica los nombres de países y áreas dependientes y sus principales subdivisiones político-administrativas y tiene sus aplicaciones más notorias en el ISO 3166-1 alpha-2, usado en la asignación de dominios de nivel superior geográfico de Internet, o en el ISO 3166-1 numérico, que es idéntico a los códigos de países de la ONU, estableciendo así una relación entre territorio, información y órden político mundial.

Esta relación también se hallaba contenida a nivel gráfico en la imagen que comencé a utilizar como icono del proyecto, una proyección azimutal equidistante del mapa mundial centrada en el Polo Sur, teniendo como límite el paralelo 60° Sur, similar al emblema utilizado desde 2002 por el Tratado Antártico de 1961. Esta imagen actuaba como complementario exacto del emblema de las Naciones Unidas adoptado en 1947 y hacía emerger detrás de la silueta del continente blanco una maraña de relaciones de poder y disputas territoriales de soberanía entre estados nacionales. Oculta en el reverso del emblema que codifica nuestro actual orden mundial, la Antártica resulta ser, sin lugar a dudas, un enclave geopolítico crítico para la mantención de ese mismo orden. Pensemos simplemente en la enorme superficie del continente y el hecho de albergar aproximadamente el 80% del agua dulce del planeta, en lo que sucedería a nivel global si se desencadenaran actividades de ocupación militar no pacífica en el área.

Concretamente, en 1947, el cuadrante americano de la Antártica era incluido dentro de la zona de seguridad propuesta por el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, dando paso a un seguidilla de eventos, reclamaciones e incidentes que no cesan sino hasta tres años después del llamado Año Geofísico Internacional de 1958. En 1961, Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, Sudáfrica, la URSS, el Reino Unido y los Estados Unidos aparecen como signatarios originales del Tratado Antártico, pero el número de países firmantes ha crecido hasta un total de 48 en 2010. El Tratado, al comprometer a sus signatarios a la no realización de actividades de carácter militar, así como con la consagración del continente a la investigación científica internacional, ha llevado a la disminución del peligro de potenciales litigios armados en la zona, que se ha traduce en un literal congelamiento de las disputas sobre soberanía territorial en el continente blanco. Sin embargo, al no reconocer como válidas ni desestimar las reclamaciones de soberanía territorial previamente hechas, países colindantes con el continente, como Chile y Argentina, consideran partes soberanas integrales de sus territorios a sus reclamaciones territoriales en la Antártica, del mismo modo que países como Brasil, Perú, Ecuador, Uruguay, Estados Unidos y Rusia han hecho reservas territoriales.

La oposición geométrica, espacial, visual, entre los respectivos “puntos de vista” presentados en los emblemas de la ONU y la Antártica, parecía evidenciar de manera casi literal el direccionamiento de la mirada como una operación de poder, abriendo así preguntas de vieja data sobre las relaciones Norte-Sur como relaciones de poder. Lo global, geográfica y geopolíticamente, sólo podía ser comprendido al sumar las partes implicadas, sin embargo una de ellas era puesta en segundo plano, puesta fuera del imaginario geopolítico dominante. En el continente blanco todos los vectores de poder provienen invariablemente desde el norte, y desde el punto de vista de la ONU el poder simplemente se derrama radialmente desde los centros a las periferias. Cuán determinante resulta ser entonces la manera en que somos representados cartográficamente? Los mapas siempre han sido siempre y a la vez, material de conocimiento e instrumentos de poder y, como tales, son también mecanismos de construcción de identidad colectiva sobre los individuos en tanto habitantes de un territorio y circunscritos a determinado orden político. De qué manera las convenciones sobre las que reposa nuestro imaginario geográfico determinan nuestra manera de entender el poder, ó, más específicamente, de encarnar las relaciones de dominación a las que somos sometidos? Cito aquí al uruguayo Joaquín Torres García, cuando en Universalismo Constructivo de 1941, sostenía “nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte.”.

APUNTES PARA LA SEGUNDA PARTE DEL TEXTO

Pero el poder sobre el territorio está íntimamente ligado con el conocimiento que tengamos de éste.
Conocimiento
Si nuestra posición en el mapa determina…
Cómo fue configurándose el imaginario de lo que entendemos hoy como una realidad geográfica?
La noción de una gran masa continental en el extremo sur del globo, la Terra Australis, emerge desde tiempos de Ptolomeo en el siglo I AC, quien sugiere su existencia para mantener la simetría de las tierras de Europa, Asia y el Norte de África.Etimológicamente, antarktikos, significa “opuesto a ártico”, “opuesto al Norte”. Pero estas nociones, o creencias, se sostienen a su vez en…
Volvamos una vez más al globo terráqueo de la estantería inferior de Los Embajadores?. La cualidad de los mapas de definir territorios a la vez que establecer dominio sobre ellos. Hoy, donde el dominio de las tecnologías GIS, el acceso es relativamente total.
El conocimiento como poder, y el conocimiento del territorio.
Cuales son los criterios con los que…
Bajo una lógica de descubrimiento y colonización.
Los principios sobre los que se basan las demandas territoriales
Mapas precolombinos
El decubrimiento
Devastación del continente americano
Norte sur
poder
Latinoamérica ntncs
Con su actual posición en el proceso de globalizacion
Q consecuencias tiene?
Hegemonía
Inequidad
La situación Latinoamericana
Y ntncs? Visualización de Información
Cómo el mundo se transformó en información
Tiempo espacio
El paradigma GIS
Data is people
Beautiful data
La estetización de lo político
Why not blood?
Y la violencia?

















































































































































 
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